En una de nuestra largas y sabrosas conversaciones compartidas con el dr Oscar, me dijo: “El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.” Aproveché para preguntarle por algunas cosas de su vida profesional que quizás a las personas de Guaduas les gustaría escuchar, sin embargo, él me resumía con algo de modestia, me decía: Danilo, he sido un buen profesional, muy al servicio de la gente, “No soy muy interesante”. Después de insistirle mucho, me dijo que empezaríamos hablando de su amada Guaduas, su historia, su gente, su gastronomía, su tradición oral; pero principalmente de lo que más le lastimaba su corazón, la infraestructura abandonada del patrimonio histórico. Soñó siempre con recuperar el convento de la soledad y allí un gran teatro, entre otros muchos proyectos.Dicen que como médico le ayudó a muchas personas de Guaduas, ojalá y sean esas personas que lo recuerden con gratitud, de lo que si doy fe es de sus apoyos como benefactor a instituciones educativas, emprendimientos familiares, talentos juveniles, entre otros.No seré yo quien escriba sus memorias, este texto solo es un pequeño detalle de recuerdo y gratitud para quien me compartió un poco de su SER.
Finalmente, no hubo entrevista, nos distrajimos siendo amigos.
En algún momento hablaba con su entrañable amigo Antonio Lamprea y reflexionabamos sobre lo injusto que en ocasiones es el tiempo, me hubiera gustado conocer al dr Oscar Hincapié mucho antes, me perdí de mucho, pero le doy gracias a Dios y a la vida por permitirme disfrutar un poco de su amistad , que siempre fue llena de mucho respeto, generosidad y alegrías. Vuela alto mi querido AMIGO POR SER MI AMIGO, y Gracias