En estos meses previos a la campaña electoral de 2023 comienzan a surgir tanto nuevos precandidatos, como a repetirse postulaciones anteriores; es el momento para  identificar a las personas que tengan las capacidades para gobernar desde la alcaldía y el concejo municipal, con orientaciones éticas e ideológicas provenientes de los movimientos, los partidos o las alianzas políticas que los avalan. Cuanta mejor organización exista desde dichas colectividades, resulta más clara su participación responsable en los procesos electorales, de representatividad, gobierno y veeduría en lo local.

Las orientaciones éticas e ideológicas son el sano legado que deben asumir los aspirantes a gobernar, contrario a la tradicional herencia de caudales electorales que se pretenden trasladar a los ahijados políticos, desde espacios no muy democráticos. Sin embargo, ese legado o herencia son insuficientes para lograr la gobernabilidad, en cuya base están los tres poderes públicos, integrados por instituciones y personas quienes deben cumplir ciertos requisitos legales.

Es de esperar que, sujetos a la organización interna de las colectividades, se utilicen procedimientos e instrumentos democráticos para la selección y el otorgamiento de avales para los candidatos a los cargos de elección popular. Se trata de contar con el mejor talento humano posible para entregarle la alcaldía municipal a un excelente ciudadano, y nuestra representación en el concejo municipal a un equipo de trabajo comprometido con la población.

Ha llegado el momento de hacer una campaña electoral novedosa, transparente, participativa, austera, sin agravios, centrada en el planteamiento de cómo avanzar en el mejoramiento de la vida de los habitantes y el cuidado del territorio, para superar los problemas que se conocen hace décadas y cuya solución ha sido aplazada.

La presencia de los jóvenes y las mujeres debería ser abrumadora, puesto que se trata de contribuir a crear y aplicar buenas prácticas, al igual que círculos virtuosos de gestión de lo público, relacionamiento y generación de valor, como habilidades para gobernar.

Si seguimos eligiendo a los mismos y haciendo lo mismo, los resultados van a ser los mismos. Es decir, pasa la vida, pasan los gobiernos y nada pasa. Que bueno generar el renacer de Guaduas, como trabajo de todos en diversos frentes, pasar de la crítica a la acción, ser parte de la solución.